Nota Gerencial

En los últimos tiempos se ha atacado a nuestra actividad y erróneamente se ha catalogado al plástico como un agente contaminador. Por el contrario, el plástico es un producto extremadamente noble que nos acerca soluciones a nuestras necesidades diarias.

Por ello, pensamos que es necesario aclarar ciertos aspectos a nuestros clientes y la sociedad en general:

Para poner fin a esta problemática ambiental debemos tener en cuenta tres factores respecto de los productos plásticos:

La premisa Reduce / Reutiliza / Recicla es correcta, pero debe ser aplicada en todo tipo de actividad industrial, comercial y personal que realicemos, ya que todas nuestras acciones generan un impacto ambiental y depende de nosotros mitigar el mismo y cambiar la realidad.

Como paliativo, se ha acudido a las llamadas “Eco Bolsas”. Sin embargo, ellas no son la solución al problema ya que las mismas también son bolsas plásticas y, si bien su uso es prolongado en el tiempo, no se reduce el consumo de plástico, ya que este tipo de bolsas utiliza una mayor cantidad en su fabricación.

En nuestros hogares en vez de tener un manojo de bolsas livianas, vamos a tener un manojo mucho más grande de “Eco bolsas“.

Vemos con esto que en realidad la premisa del “Reduce” no se aplica.

Las bolsas de papel tampoco son la solución.

Fabricar papel causa deforestación, contaminación por combustibles fósiles y consumo excesivo de agua.

Como alternativa surge el BioPlástico

La solución para aquellos individuos y empresas comprometidos con una industria más sustentable, es la utilizacion de BioPlásticos para la fabricación de bolsas y films que por sus características resultan ser biodegradables y compostables.

Con propiedades mecánicas óptimas y parámetros de procesado similares, son la solución sostenible para reemplazar polímeros derivados del petróleo.

Los bioplásticos con los que trabajamos cumplen los requerimientos técnicos para la certificación de compostabilidad. Entonces, al finalizar su uso y ser enterrados en la tierra, al cabo de un breve periodo que oscila entre 80 y 120 días se biodegradan y se transforman en abono orgánico que mejora la calidad del suelo y aporta nutrientes y minerales que facilitan el crecimiento de todo tipo de plantas y vegetación.